Granada, de despedida blanca

Sabado 13 día D para la despedida de la soltería de Juan , y nuestra gran pregunta era, ¿Juan habrá dormido algo?, jaja. 5 personas en un coche y solo 4 de ellas saben cuál es el destino. Los nervios en Jaun se hacen notar, y su cabeza pirulando lugares y cosas para hacer. Destino Granada, y ¿para qué?, pues esquiar, algo que le faltaba tanto a Juanito como a mí hacerlo por lo menos una vez en nuestra vida. Sábado noche fieeessstaaaa, y demasiada, porque al día siguiente la pude flipar de la resaca que calzaba,jaja. Bueno comenzamos con unas cañitas y quedamos con Aitor, que lo conoceréis de fotos anteriores. Cañitas y cañitas, y justo después la vidita de Irene y Inma, con las que pasamos toda la noche, incluso escalamos en el paseo de los tristes y terminamos en un pub. Lo digo resumido por las lagunas que tengo.
Domingo tempranito, todos en pie, pero mi cuerpo me decía que no estaba para nada, cafetito y caminito al coche hacia sierra nevada, algo precioso. El tiempo nos acompañaba, pillamos las tablas de snowboard y Giuseppe los esquís, y nada, montaña arriba, eso fue fácil, pero para mí la bajada… jaja. Todo el mundo dice que la primera bajada cuesta mucho, para mí fue una eternidad, tanto que hasta vi a Albert y Juan subir en el telesilla para repetir, cuando yo aun estaba a mitad de pista, jaja. Fue llegar abajo y decir –voy a descansar, me voy a sentar en una silla-, agobiado del calor y el mal estar del día anterior, y allí caí, una siestecilla, jaja. Está claro que resaca y esquiar no es compatible, ya lo sé para la próxima.